Me resistí un poco a escribir sobre este tema, pero aquí voy.
Hace algunos meses, la actual legislatura se nego a aprobar la "ley antichapulines" bajo el argumento de que se violaba el derecho constitucional de ser votado.
Mas bien creo que los tarzanes de toda política violan el derecho consitucional del resto de los ciudadanos a ser votados para un cargo de elección popular al anteponer su "experiencia" en la política como carta fuerte en las campañas.
La pregunta es: ¿en qué consiste esa experiencia tan indispensable para la ciudadanía?
¿Cuántos alcaldes dejaron inconclusos sus recién ampliados mandatos?
¿No fue acaso el mismo Gobernador el que no concluyó su encargo como Secretario de Educación y el mandato popular de Alcalde de la ciudad?
Esa es la experiencia que al parecer necesitamos de los servidores públicos, por mencionar al menos la que sí esta comprobada.
En este espacio me reservaré de ahondar en los casos de nepotismo, influyentismo y cualquier otro -ismo que implique actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
El punto que quiero sacar a relucir es, ¿desde cuándo cuándo es constitucional el monopolio de los cargos públicos?
Cuando se nombra a un funcionario "desconocido", inmediatamente sale la pregunta: ¿y quién es ese?
Y los medios de comunicación rematan: "......un personaje que carece de experiencia"
Si mal no recuerdo, uno de los argumentos para desconocer la legitimidad de la monarquía era el hecho de que el poder se transmitía por herencia, por bodas arregladas y cualquier otra negociación de títulos nobiliarios que dejaban fuera al resto de los mortales de participar en la vida política.
Ahora parece que vivimos una monarquía región cuatro al tener siempre al mismo grupo que detenta el poder, los mismos apellidos que subsisten en los nombres de calles a la vez que en las nóminas oficiales, la pleitesía que se les rinde a estos personajes, a la celebración de sus ocurrencias.
Aunque en la monarquía se ahorran el costoso circo de las elecciones, que lo último que reflejan es el ejercicio de la soberanía que tienen los gobernados y que depositan en un mandato que en algunas ocasiones no se cumple.
Es hora de escuchar un poco de La polla records:
Tio Marx esta podrio, tio Mao esta cagao
Jesucristo esta en mi culo y Buda en mi oreja,
Hitler tiene sucesores y nadie los ve
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
En el nombre de una idea yo no me quiero morir
Pensadores en sillones no me van a dividir
Y tus bonitas banderas a mi espalda quedan
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
Por aqui el tiempo es bueno y el niño come muy bien
A la mierda ideologias, ideólogos también
No me sigas ni me adores que yo no te sigo a ti
Alla tu y tu ideologia... yo tengo la mia
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos!Fuego, fuego, fuego, fuego, fuego
Hace algunos meses, la actual legislatura se nego a aprobar la "ley antichapulines" bajo el argumento de que se violaba el derecho constitucional de ser votado.
Mas bien creo que los tarzanes de toda política violan el derecho consitucional del resto de los ciudadanos a ser votados para un cargo de elección popular al anteponer su "experiencia" en la política como carta fuerte en las campañas.
La pregunta es: ¿en qué consiste esa experiencia tan indispensable para la ciudadanía?
¿Cuántos alcaldes dejaron inconclusos sus recién ampliados mandatos?
¿No fue acaso el mismo Gobernador el que no concluyó su encargo como Secretario de Educación y el mandato popular de Alcalde de la ciudad?
Esa es la experiencia que al parecer necesitamos de los servidores públicos, por mencionar al menos la que sí esta comprobada.
En este espacio me reservaré de ahondar en los casos de nepotismo, influyentismo y cualquier otro -ismo que implique actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
El punto que quiero sacar a relucir es, ¿desde cuándo cuándo es constitucional el monopolio de los cargos públicos?
Cuando se nombra a un funcionario "desconocido", inmediatamente sale la pregunta: ¿y quién es ese?
Y los medios de comunicación rematan: "......un personaje que carece de experiencia"
Si mal no recuerdo, uno de los argumentos para desconocer la legitimidad de la monarquía era el hecho de que el poder se transmitía por herencia, por bodas arregladas y cualquier otra negociación de títulos nobiliarios que dejaban fuera al resto de los mortales de participar en la vida política.
Ahora parece que vivimos una monarquía región cuatro al tener siempre al mismo grupo que detenta el poder, los mismos apellidos que subsisten en los nombres de calles a la vez que en las nóminas oficiales, la pleitesía que se les rinde a estos personajes, a la celebración de sus ocurrencias.
Aunque en la monarquía se ahorran el costoso circo de las elecciones, que lo último que reflejan es el ejercicio de la soberanía que tienen los gobernados y que depositan en un mandato que en algunas ocasiones no se cumple.
Es hora de escuchar un poco de La polla records:
Tio Marx esta podrio, tio Mao esta cagao
Jesucristo esta en mi culo y Buda en mi oreja,
Hitler tiene sucesores y nadie los ve
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
En el nombre de una idea yo no me quiero morir
Pensadores en sillones no me van a dividir
Y tus bonitas banderas a mi espalda quedan
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
Por aqui el tiempo es bueno y el niño come muy bien
A la mierda ideologias, ideólogos también
No me sigas ni me adores que yo no te sigo a ti
Alla tu y tu ideologia... yo tengo la mia
¡Odio a los partidos, fuego a las banderas!
¡Odio a los partidos!Fuego, fuego, fuego, fuego, fuego
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