Durante el transcurso de este año me tropecé varias veces con el mismo nombre en distintas circunstancias: Alejandro Jodorowsky.
Como su apellido lo sugiere, el señor Jodorowsky ha mellado en mas de una conciencia con su trabajo que para mi gusto es muy amplio, variado y libre.
Desde actor hasta escritor de libros de historietas, Alejandro Jodorowsky me da la impresión de ser una persona que vive leal a sus creencias, las cuales se ven plasmadas no solo en la escritura de algunos libros sino también con la práctica de la lectura del tarot en un café parisino.
A eso le llamo congruencia.
Y hablando de congruencia, hace poco trate de hallar alguna en su película titulada The Holy Mountain, de la cual sólo he visto los primeros 10 minutos.
Lo anterior viene a colación de una vieja preocupación sobre si he estado haciendo bien las cosas, o si voy por el camino correcto.
Al interrumpir dicha película en el minuto diez comprendí que se puede vivir con la propia congruencia sin la necesidad de que los demás la perciban. Ni siquiera uno mismo.
Por si había alguna duda sobre el título de esta entrada, existe una cita de Jodorowsky:
A los cuatro años el señor Toro me felicitó: "No me extraña que aprendas rápido, porque enmedio de tu nombre tienes un ojo de oro"
alejandrOJODOROwsky.
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